lunes, 11 de abril de 2011

Aix en Provence

El fin de semana pasado, Ryanair, la compañía de vuelo a la que más amo y odio de la corta historia de mi vida, me dio la oportunidad de volar a Marsella por 14 euros y, teniendo un amigo Erasmus allí, era casi ridículo pensar en la evidente posibilidad de que tendríamos que dormir tres en un colchón ¡ADORADA JUVENTUD!(o eso dice mi abuela).

Una vez allí nos dirigimos a la ciudad universitaria Aix en Provence, donde todo es estudio de las ciencias, de las artes, de las leyes, de los números... (jajajja) No. Realmente dudo de verdad que alguien haya logrado asistir a clase un mes completo...o una semana incluso. Pero admiro de corazón al que lo haya conseguido.


No obstante ya que solo íbamos a pasar allí 5 días nos levantamos de la cama y salimos a ver que encontrábamos en esa ciudad antigua en la que en cada rincón al que mirabas había una fuente, una escultura, una fachada gótica, o botes de 5kg de Nutella, entre otras muchas cosas.

Fontaine des Quatre Dauphins
Típicas calles del centro de Aix.

En las iglesias,sillas en lugar de bancos.

Detalle de un amarre para caballos decorado.

La ciudad de las fuentes,la luz y las artes.








Encontramos muchísimas galerías en nuestro camino, pero dos me llamaron la atención en especial, una por la tradición en los dibujos y grabados de Fernández Grundman (http://denise.fernandez.free.fr/) en la que muchos de ellos me trasmitían sensaciones y sentimientos que hacían que me quedara unos minutos observando y otros simplemente se dejaban ver y pasar de largo.


















La segunda era una pequeña galería en la 4 rue Jacques de la Roque, de artistas contemporáneos (http://www.galerie4.com/artistes.php) y a la que en un principio decidimos entrar pues vimos a un Pablo Picasso a tamaño real mirandonos desde la puerta.















Paul Djian, le jack rusel






También descubrimos la ruta de Cezanne que estaba marcada en el suelo de la ciudad :


Esta ruta te guia por los lugares que pinto Cezanne en Aix, las Carrières de Bibémus donde apreciamos el color rojo de las rocas que han servido durante años a la construcción de monumentos.


 
El Jas de Bouffan es una casa de campo que fue propiedad de la familia Cézanne desde 1859 durante 40 años. Paul Cezanne encontró allí el motivo de su inspiración en su juventud y hasta hay pinturas suyas directamente en la pared de la planta baja de la casa y el salón. Más adelante ya instalaría un caballete en el parque frente a la casa y pintó un total de 36 oleas y 17 acuarelas representando su ámbito familiar.




Tambien se puede visitar el Atelier de Cezzane,donde trabajó hasta sus últimos años y donde realizó muchas de sus mejores obras. Picasso llegó a decir de este pintor fue mi único maestro“ y así se demostró en la exposición Picasso – Aix 2009 del museo Granet.





Y como no podía faltar cada vez que me voy de viaje los colores que mas me han llamado la atención (soy imposible Raquel, pero lo que mas me gusta es la comida, aunque reconozco que de las fresas, solo el color):










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